Descubrir secretos: “Pudimos ser héroes”, de Graziella Moreno

Graziella Moreno, jueza y escritora, debutó en la literatura negra en 2015 con Juegos de Maldad. Esta ópera prima fue nominada a Mejor Novela Negra en castellano en la primera edición del Festival de Novel·la Negra del Garraf Cubelles Noir. En 2016, publicó El bosque de los inocentes, más fantástica y personal, y en 2017 vio la luz su tercera novela, Flor seca, que continúa la historia de los personajes protagonistas de Juegos de maldad. En 2018, publicó Querida Elsa (en formato digital para la plataforma Black and Noir). Su trayectoria literaria continúa en 2019 con Invisibles, una novela dedicada “a los que desaparecen sin dejar rastro y a los que no renuncian a encontrarlos”, premiada por la Fundación QSD Global y con el Premio Mejor Novela Negra en castellano Cubelles Noir 2020. Además, ha participado en diversas antologías de relatos y colabora como articulista en la revista cultural Quadern de les idees entre otras. En 2020, publicó El salto de la araña, Premio Letras del Mediterráneo 2020, una historia de gente corriente, sin policías ni detectives. Por el conjunto de su obra y el sentido social de la misma recibió el premio Memorial Antonio Lozano en el Festival Granada Noir 2021. Los animales de ciudad no lloran (2022) publicada por Alianza Editorial, es una absorbente trama legal ambientada en los juzgados. En 2025 publica Pudimos ser héroes, con Menoscuarto Ediciones, décima entrega de las aventuras de la detective privada Sonia Ruiz.
Pudimos ser héroes es la décima entrega de la serie de la detective privada Sonia Ruiz, pero este personaje no ha sido creado por la imaginación de Graziella Moreno. ¿Nos cuentas cómo nació la serie y cómo has llegado a participar en este proyecto?
La serie nació con la primera novela “Nada sucio” de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo en 2016 y a partir de ahí, un autor de novela negra distinto en cada entrega ha ido aportando su visión sobre el personaje. Fue el escritor Antonio Parra, director de la colección Seisdoble de la editorial Menoscuarto quién contactó conmigo para escribir la décima novela de la serie.
A partir de la primera novela, diferentes autores han escrito sendos casos para esta detective privada a razón de uno o dos por año. ¿Cómo te has sentido ideando una historia para un personaje que no es tuyo, sino de todos?
Recibir el encargo de Antonio Parra supuso una gran alegría y, a la vez, una gran responsabilidad. Las historias de Sonia Ruiz no pueden ser demasiado extensas, poco más de cien páginas, lo que compromete mucho la trama y, por otro lado, había que escribir una novela a la altura de las anteriores. Leí la última entrega para situar a Sonia, pero preferí no leer las anteriores para poder crear mi propio personaje.

Sonia Ruiz va cumpliendo años con cada entrega. Empezó siendo una joven investigadora de treinta años, ya ha cumplido los cuarenta e imagino que cada autor moldea el personaje a su manera. ¿Es así o tenéis alguna limitación? ¿Qué le has aportado al personaje en Pudimos ser héroes?
Las limitaciones son respetar el universo de Sonia Ruiz, su profesión, el lugar donde vive, sus amistades, el coche que conduce, su despacho, pero fuera de eso somos libres de tramar sus aventuras. No podemos matarla ni mutilarla, eso sí. Creo que le he aportado reflexión y frescura a partes iguales. La novela es corta, pero intensa y mi intención era que el lector no pudiese dejar de leer hasta saber el final.
De entre los personajes que rodean a la detective en anteriores casos, destacan su vecina Esther, su amigo Pau Soria y el inspector de policía Arcadio Palacín, sin olvidar a su gato, Pablo. ¿Has reservado un papel destacado para alguno de ellos en Pudimos ser héroes?
En esta entrega he dado más protagonismo a Arcadio Palacín, policía nacional, dado que me interesaba mucho por la trama. Es junto a Sonia, uno de los personajes principales. Esther también sale brevemente, y a Pau solo se le menciona. El gato de Sonia también está presente.

Llevas publicadas ocho novelas y tus protagonistas han sido jueces, abogados, policías, gente corriente… pero hasta ahora ningún detective privado. ¿Te ha costado ponerte en la piel de un personaje, Sonia Ruiz, que ya ha vivido lo suyo a través de las historias creadas por otros escritores?
Es la primera vez que uno de mis personajes es una detective privada y eso fue algo complicado en principio. No quería que fuese una detective artificial ni tampoco ajena a la realidad de nuestros días. Espero haber conseguido un personaje lo más real posible.
Para ser la primera vez que tu protagonista es una detective privada, enumeras hasta siete reglas de oro que han de seguir estos profesionales. Resaltaría, especialmente, la cuarta regla, la de las tres P: Paciencia, Perseverancia, Pensar. Muy adecuada para el oficio de detective e imprescindible para cualquier persona que aspire a tener un mínimo criterio. ¿No te parece?
La cuestión de las reglas fue surgiendo sola a medida que escribía. En la novela, Sonia se plantea si tras diez años de profesión debe seguir en ello. No son pocas las dificultades que se encuentra, y tampoco es que gane demasiado dinero… A medida que investiga se recuerda a sí misma qué significa su trabajo y la manera más digna de hacerlo.

En Pudimos ser héroes, un importante abogado de Madrid encarga a Sonia Ruiz la búsqueda de su hija Eva, desaparecida en Barcelona dos años atrás sin dejar rastro. La detective viaja a la Ciudad Condal para iniciar su investigación, en principio un trabajo sencillo y bien remunerado. ¿Es la primera vez que Sonia Ruiz visita Barcelona? ¿Qué le ha parecido la ciudad? ¿Y los catalanes?
La verdad es que no he leído todas las entregas de la saga para evitar repetirme, así que para mí es su primera vez en Barcelona. La llevo por los sitios más conocidos y retrato sus impresiones.
“El Guiones”, “el Muñones”, son apodos que la detective aplica a dos personajes de Pudimos ser héroes. ¿Echas mano de ironía para describir individuos no muy recomendables?
Creo que es algo que está presente en mis novelas, puede que en esta sea más evidente. Es una forma de hacer un guiño al lector para identificar a los personajes que poseen rasgos característicos. En la vida real, creo que muchos de nosotros lo hacemos también.

Además del entretenimiento garantizado, en todas tus novelas planteas temas de actualidad. De Pudimos ser héroes destacaría la suplantación de identidad a la que todos estamos expuestos y los problemas colaterales derivados de la misma. ¿Cómo hemos de actuar si somos víctimas de este delito?
Los delitos cometidos a través de estafas consistentes en suplantar la identidad de una persona están a la orden del día, causan un gran perjuicio moral y económico. El gran problema en ellos es descubrir al autor ya que la tecnología permite borrar sus huellas y ponérselo muy difícil a los investigadores. En la novela hay uno de los personajes secundarios que es víctima de este tipo de estafas.
La demencia asociada a la vejez es otro tema que aborda la novela en reflexiones de la propia Sonia Ruiz, con una madre anciana ingresada en una residencia de Madrid: “¿Qué sentido tiene permanecer en este mundo si hemos perdido nuestros recuerdos, nuestra identidad?” Una pregunta difícil que todos nos hacemos en un momento u otro, ¿no crees?
Actualmente muchas personas llegan a cumplir los cien años de edad o incluso más, y no todo el mundo lo hace en las mejores condiciones. El deterioro cognitivo es una tragedia para la persona que lo sufre y las que le rodean. Supone perder la conciencia de quiénes somos, de lo que hemos vivido. Es muy triste.
La música tiene un papel destacado en Pudimos ser héroes. Héroes, local de moda en Barcelona, fundado por dos amigos, Eric y Charlie, debe su nombre a “Heroes”, una de las canciones más conocidas del añorado músico británico David Bowie. ¿Te gusta la música de David Bowie? Cuéntanos cómo elegiste ese título para la novela.
Me gusta mucho David Bowie, su música y sus letras. Al pensar en crear un local donde sucedían los hechos que dan lugar a la novela, el título de la canción de Bowie me pareció el más adecuado. Su letra ha sido muy inspiradora para los personajes de Eva, Eric y Charlie.
Banalidad, postureo, frivolidad… ¿es eso lo que opina Sonia Ruiz, recién estrenada la cuarentena, de parte de la juventud? ¿Y Graziella Moreno?
Creo que Sonia no tiene una opinión despectiva sobre la juventud. Le sucede lo mismo que a mí, que piensa que no es bueno generalizar.

Tras pasar unos días en Barcelona tratando de averiguar qué le ocurrió a Eva, Sonia Ruiz vuelve a Madrid, al multicultural barrio de Lavapiés, donde vive. ¿Conoces Madrid? ¿Qué recomendarías no perderte en una primera visita a Madrid?
He visitado Madrid muchas veces y nunca me canso de repetir. Difícil recomendar algo en concreto, pero en todo caso, imprescindible moverse por Lavapiés, visitar el Museo de El Prado y los jardines del Retiro.
Por último, nuestra pregunta obligada ¿Qué puedes contarnos de tus próximos proyectos?
Voy a recorrer festivales de novela negra con esta novela de Sonia Ruiz, y en octubre publicaré mi siguiente novela, también dentro del género.
¡Te deseamos mucha suerte!